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viernes, 13 de enero de 2012

Una historia mía:La lluvia será el testigo

Esta historia la he presentado para el concurso de historias de Navidad del instituto.Aún no se sabe el ganador,pero hoy me ocurrió algo muy raroo.Estabámos en el cambio de clase y vino el director por la puerta trasera y nos saluda y me dice:-¿Escribiste tú misma tu redacción? Y yo:Sí... Y entonces sonríe de una forma extraña y se va.Haha!Que extraño,omg!Bueno,sin más dilación,mi historiaa!
LA LLUVIA  SERÁ EL TESTIGO

Nunca, nunca me había imaginado allí. La gente se movía de un lado a otro, sin fijarse en lo que le rodeaba, o quien le rodeaba. Mi padre me acarició la mejilla para darme ánimos, más por dentro me moría de ganas de saber por qué nos encontrábamos en el aeropuerto, por qué abandonábamos el pequeño pueblo de Arock. Él, como leyendo mis pensamientos, carraspeó antes de sentarse y comenzar a decirme las palabras que cambiarían mi vida sin yo saberlo:
-    Amor, Nathalie. Tengo que hablar contigo.- mi padre estaba muy nervioso, en cualquier momento se le caerían las uñas de tanto mordisquearlas.- ¿Cómo te lo digo?
-    No sé, ¿lo qué?
Ahora era yo la ansiosa. Adam-mi padre-no se inmutaba normalmente, prefería las cosas claras, sin florituras.
-    Nat, eres adoptada, vamos a España a conocer a tus verdaderos padres.
Mi estómago se encogió, y de pronto, la multitud del aeropuerto era una mancha acuarelada. No dije nada, y en unas horas allá estaba yo, ante un edificio bastante vulgar.
-    La gente española es muy agradable, no te preocupes, ¡qué demonios!
-    Oye, papi,¿Tú sabes español?
-    Lo básico, además este es español normal, no con acento.
-    Seguro, sí-contesté mirando el mapa de Vigo.
La calle estaba decorada con luces de Navidad, por lo que supuse que se estaría celebrando en la ciudad. Al fin, Adam se dispuso a presionar el timbre. Un minuto después, una señora ancha y afable nos abrió la puerta.
-    Hola, tú eres Natalia, ¿no?
-    ¿Qué?-dije en mi idioma, el inglés.
-    Soy Adam, ¿Podemos pasar?-pues sí, mi querido padre sabía inglés, pero eso de que no era español con acento, se equivocaba hasta el fondo.
La señora me enseñó el recibidor, donde había un gran árbol con bolitas rojas colgadas y cubierto de luces alegres. Entonces, tras entretenerme con el árbol mientras Adam hablaba con la mujer-que se llamaba Ángela-, alguien abrió la puerta. Me giré en redondo, mi melena rubia casi castaña se revolvió a mi alrededor, mis pestañas revolotearon mientras miraba, por decir algo, al ángel que se había materializado en el recibidor. Esa sensación de que toda tu vida habías estado buscando algo sin saberlo se apoderó de mi.
  -Eh, hola.-maldito mi bajo nivel de español.
  -Ho…hola-él se rió, y decidió usar algo de inglés.
  -Me llamo Dani, ¿y tú?
  -Nathalie.
  -Natalia.
  -Eh. ¿Tu madre es Ángela?
  -Vamos a pasear un poco.
Me cogió la mano, cálida respecto a la mía, y supe que él era a quien había estado buscando.
Recorrimos Vigo en una tarde, me enseñó el Casco Viejo, una crepería escondida, los parques que a él le gustaban, el Skate-Park…Pasé una tarde preciosa, pasaban de las seis l alumbrado navideño se iluminó. Volvió a cogerme la mano, para dirigirme esta vez al paseo marítimo del Náutico. Miramos el atardecer entre la niebla, yo estaba tan relajada que me daba igual ser gallega, americana, como peruana… Dani nos llevó a casa. En el portal, susurró:
-He pasado una tarde maravillosa…La lluvia será el testigo.
Cerré los ojos, y sus labios cayeron sobre los míos, cuando comenzó a llover. Corrimos dentro de casa. Adam me esperaba muy serio.
 -¿Ha pasado algo?-preguntamos los dos a la vez.
 -A mi no, ¿y a ti?-pregunté con una sonrisa.
 -Resulta que sí. Nos quedamos en Vigo hasta Navidad para hacer pruebas de ADN y demás, aún no es seguro que Ángela sea tu madre biológica, y Toño tu padre.
 -¿Toño?
Un hombre con barriga y barba de algunos días me saludó desde la cocina como respuesta. Me pareció imposible que ese hombre fuese mi padre, modestia aparte, pero me daba lo mismo, pasaría unas semanas con Dani antes de que la Navidad pasase y las pruebas me condujeran a la respuesta que se había planteado en mi vida. Abracé a Adam temiendo que me fuese imposible hacerlo tras los resultados. Él me estrechó entre sus fuertes brazos. Observé que Ángela hacía lo mismo con Dani, y me sentí completa.

-Papá, pélame tú esto, por favor.-Tal como estaba yo, embutida en un traje de noche precioso palabra de honor carmín, me costaba mucho moverme. Le pasé a Adam el langostino haciendo que ignoraba la risa de Dani. Estábamos celebrando la Nochebuena en su casa, en el salón. Ángela cubrió la mesa de roble con un mantel con motivos navideños, colocó la mejor vajilla que poseían, decoró toda la estancia con velas y guirnaldas, y para rematar, puso en el marco de la puerta el muérdago. La cena era deliciosa, la disfruté al máximo, aguantando los villancicos de Toño, que los cantaba todo enserio con voz grave. La verdad es que yo estaba preciosa, Ángela me había recogido el pelo dejando unos mechones sobresalientes, e iba a juego con Dani, que había abandonado por una noche los vaqueros y llevaba un esmoquin con una rosa roja enganchada. Hacíamos una pareja perfecta.
 -¡Los regalos!- gritó él.
Me tendió una cajita pequeña, donde había un precioso collar de lapislázuli con cadena de oro. Le abracé durante un rato largo hasta que Adam tuvo que separarnos. Mi padre me dio una extraña caja. Tragué saliva y la abrí. Dentro estaban los resultados de las pruebas de paternidad. Rodé los ojos para apreciar su mirada, y por primera vez, no supe que pensar. Estiré los documentos, buscando el resultado definitivo. Mi corazón dio un vuelco cuando leí que en realidad Adam tenía raíces gallegas, no que fuera yo la adoptada cuando él viajaba por todo el mundo y yo me quedaba con mi madre. Ángela no pudo reprimir las lágrimas y me estrechó entre sus rechonchos brazos, dejando que oliera su aroma a condimentos y perfume. Ser hija de Adam me llevaba a volver a Arock, donde no tenía nada más que una casa y punto, no una familia como en Vigo…y no tenía a Dani.
 -Nathalie,¡¡Nos mudamos a Vigo!!¡¡Ese es mi regalo!!-chilló al ver mi cara.
Dani me condujo a la puerta, y bajo el muérdago, me besó. Y supe más de una razón por la que esas Navidades habían sido únicas.
               
                      *FIN*

              
La Navidad es la época donde los sueños se cumplen, donde se ama más a las personas que tenemos a nuestro lado y donde nos damos cuenta de lo afortunados que somos.

Os gusta¿?muchos besos y feliz año*v*
Estoy en una época inspirada y subiré historias más a menudo :)